viernes, 21 de agosto de 2009

La pregunta de los perdedores... Es hombre o mujer...?


La duda sobre Semenya

Mayte Martínez luchará en la final del 800 por la plata o el bronce; el oro lo tiene seguro la surafricana, cuyo sexo investiga la IAAF

Por eso, dicen en la federación internacional de atletismo (IAAF), es tan complicado el caso de Caster Semenya, de 18 años, la adolescente surafricana que parece un chico y corre como un hombre con toda la barba. Por eso, la IAAF, que investiga su caso desde hace unas semanas, desde que en el campeonato africano júnior, en islas Mauricio, corriera los 800 metros en 1m 56,36s, siete segundos por debajo de su mejor marca hasta entonces, no ha tomado aún ninguna decisión.

"En cuanto nos surgieron las dudas, solicitamos a la federación surafricana que nos enviaran la documentación que justificara que Semenya corriera como mujer", dijo ayer el portavoz de la IAAF, Nick Davies. "Como no nos respondieron de una forma adecuada, la IAAF inició su propia investigación. Pero no es una cosa sencilla. No es hacer un test y ver el resultado. En la investigación están implicados especialistas en anatomía, en biología, en endocrinología, fisiólogos, psicólogos y médicos en general. Los informes son largos y deben mantenerse confidenciales dado que afecta a un tema muy sensible. No es como un asunto de dopaje. Se corre el peligro de entrar en la intimidad de una persona, de humillarla. De todas maneras, aún no hay ninguna conclusión. La IAAF no puede tomar ninguna decisión ya que no hay pruebas concluyentes en ningún sentido.

Granado no es, evidentemente, el único que se muestra perplejo y desbordado por la potencia de una joven que recuerda a la joven María Mutola, la tremenda mozambiqueña que dominó la distancia entre finales y comienzos de siglo. La sospecha encubierta en las palabras del técnico de la finalista se convierte en acusación directa en boca de algunos dirigentes que han solicitado a la federación internacional (IAAF) que realice un test genético a Semenya para comprobar su sexo. El control de género, instaurado por el COI en México 1968 dadas las sospechas que inspiraban las atletas del Este en los años en los que se extendió el uso de la testosterona sintética, dejó de ser obligatorio desde Sidney 2000 tanto por razones de protección de la intimidad como por las dudas sobre la validez de los sistemas utilizados. Inicialmente, el control consistía en un mero examen anatómico. Posteriormente, se usó un análisis de cromosomas y luego se instauró el que aún está en vigor, el SRY, que busca un solo gen imprescindible para la masculinidad. El resultado del test debería conocerse hoy.


La surafricana Caster Semenya (segunda por la izquierda) posa junto a un grupo de compañeras de colegio.-

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